Carta a Damas de Blanco
Cónsul de la Misericordia Divina se dirige a las Damas de Blanco, ante todo, por los signos captados a su paso ante la Escalinata de la Universidad de La Habana
En vísperas de Nochebuena de 2007, la Dra. Cary Torres, ex-Profesora de la Universidad de La Habana y Premio Nacional de las Ciencias Sociales en Cuba, actualmente, reside en España, quien fue reprimida a su regreso de la Universidad de Amsterdam en 1992, tomando como base el libro Las Exportaciones de Azúcar Cubano ante la Nueva Realidad de los Mercados 'Soviéticos', que resultó premiado en la Segunda Edición del Concurso Pinos Nuevos en 1995, en el que pronosticó el debacle de la economía cubana y la crisis general de la sociedad, antes que ningún otro estudioso cubano y en contra de los criterios de todos los expertos en Relaciones Económicas Internacionales y, en particular, en el Mercado Azucarero. Desde antes de su viaje a Holanda, ya había señalado públicamente, de forma oral, la tendenia que seguiría la economía del país y, en particular, del principal sector económico a principios de los '90.
En 1992, durante el proceso de acoso laboral y político, en el Edificio del Rectorado, que se ve en la fotografía, en reunión con el Dr. Mario Luis, Vice-Rector Primero, y Rector por sustitución, planteó la necesidad de reconocer los traumas de la Revolución Cubana y abrir un diálogo con todas las fuerzas políticas con independencia de su ubicación geográfica; repudió la formación de las Brigadas de Acción Rápida al ser cuestionada por su rechazo y negación a participar en tal organización en la reunión sindical de Rectoría, su sección sindical de entonces; defendió el derecho a la expresión y reunión de los partidos no-oficiales y de los ciudadanos, entre otros temas. Además, se negó abiertamente a reunirse con el Partido Comunista de Cuba y se quitó del Sindicato oficial, CTC. No pertenecía, ni perteneció a organizaciones disidentes y, desde entonces, dijo que ella era el mejor caso para demostrar que en Cuba se reprime por el pensamiento y su expresión, sin que se haya militado en la oposición, demostración de que la Revolución Cubana no admite a los seres pensantes, sólo a los que hacen apología del régimen.
La Dra. Cary Torres sufrió el acoso en el recinto universitario y, en parte, en sus lugares de residencia sin contar con otro apoyo que su moral y la fe en Dios. En el exterior, solo se alzó la voz en la Universidad de Ámsterdam, llegándose a romper vínculos con la Universidad de La Habana. Por tan loable actitud y honestidad, ella se siente en deuda de gratitud con los Dres. Gerd Junne y Alex Fernández-Jilberto. Dentro del país, su balsa de salvación la constituyó la profesora norteamericana, Dra. Carmen Diana Deere, al permitir, por recomendación, su incorporación a la Investigación Internacional financiada por la Mac arthur Foundation of Illinois.
En la Universidad de La Habana, trabajó en calidad de Profesora e Investigadora en: Centro de Investigaciones de Economía Internacional (CIEI), Centro de Estudios sobre el Desarrollo (DES), posterior Proyecto FLACSO_Cuba, ambos centros asesores del Consejo de Estado de la República de Cuba y del Departamento de América del Comité Central del Partido Comunista de Cuba. Asesorías en la que dejó de participar en 1988, antes de su viaje a la URSS. A su regreso de Rusia, se negó categóricamente a participar en ese tipo de trabajo, comenzando su período de dificultades. Tras el proceso político de 1992, que deterioró de modo irreversible su salud cardíaca y le desestabilizó psicológicamente, trabajó en la Facultad de Economía y por prestación de servicio en el Equipo de Estudios Rurales (EER) del Departamento de Sociología de la Facultad de Historia y Filosofía de la Universidad de La Habana. También, impartió clases en la Facultad de Psicología y, antes, en el Instituto Superior de Relaciones Internacionales de la Habana.
Fue una de los tres profesores, que se les prohibió viajar al Congreso de LASA de Washignton en 1995, junto a Ichikawua y Valdés. La Dra. Cary Torres, que nunca fue miembro del Partido Comunista, escribió una carta de protesta a los organizadores del Congreso, que posiblemente dio pie al cuetionamiento público, que tuvo lugar en el marco del Congreso de LASA, por la exclusión, por parte de las autoridades cubanas, de los tres profesores cubanos sin explicación alguna.
El Gobierno de La Habana la ha envuelto en silencio, como táctica para que no se escuche su voz, lo que viene haciendo, aún, desde Cuba, por medio de rumores, creación de estados de opinión, presión a sus amigos, vecinos y hasta a miembros de su familia. Se ha llevado a cabo un proceso continuado de aislamiento de su persona por 17 años; el aislamiento de un ser que ha sido sobresalientemente agradable, amable y cortés, con una educación y refinamiento, que le hacían recibir críticas de algunos de sus compañeros de trabajo, porque les parecía poco cubana.
La CARTA A LAS DAMAS DE BLANCO es una inclinación ante estas mujeres, que han tomado la calle de forma pacífica y le han dado la mejor lección al pueblo de Cuba de cómo hay que conquistar la libertad y la justicia social.
El Cristo de la Misericordia Divina, a través de su hermana, invita al pueblo de Cuba a sumarse a las Damas de Blanco, con los colores del Arco Iris en esta Navidad, y en lo adelante, hasta alcanzar la plena libertad y democracia
Para leer la carta se puede, también, acceder haciendo clic sobre http://www.andreatutor.com/ y en REGALO
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